jueves, 2 de agosto de 2018

Redacción



La redacción de un texto consta de 3 partes o procesos:
  1. El proceso de planificación (pre-escritura): Consiste en la búsqueda de ideas e información y en la elaboración de un plan de escritura. Y está integrado a su vez por tres momentos:
    • Establecimiento de las metas u objetivos generales. Se establecen los criterios para la redacción en función de la audiencia y el tema escogido; también evalúa la adecuación de la información de que dispone y, revisa y ajusta sus metas a medida que va reuniendo más información sobre el tema y va dando forma al texto.
    • Generación del contenido. Se busca información consultando fuentes externas por diversos medios. Esta búsqueda está determinada por las metas y las características de la audiencia.
    • Organización. Se estructura la información generada. Se atiende tanto la organización de las frases como la jerarquización de las ideas y organización del texto. 


2. El proceso de textualización (redacción o escritura): Consiste en convertir las ideas en palabras, es decir, en producir el discurso. Implica concretar y desarrollar la secuencia de palabras que servirán para expresar las ideas, lo cual incluye la actividad física de escribir, la recuperación de los elementos léxicos, los procesos sintácticos para estructurar las palabras y las frases en forma adecuada, la integración de los componentes semánticos y también prestar atención a los aspectos formales de la escritura: respetar los espacios en blanco; los tipos de oraciones; el orden de las palabras y de las frases; respeto de reglas gramaticales; adecuada utilización de los signos de puntuación, preposiciones, conjunciones...; conocimiento de las reglas ortográficas; calidad de la información y de las ideas; producir un texto coherente y por supuesto que el texto responda a la idea previamente planteada.

3.    El proceso de revisión (pos-escritura): Implica la evaluación y revisión del texto ya escrito, y el análisis de las metas e ideas que todavía no se han trasladado al papel. Supone la detección y corrección de errores, precisar y comprobar la coherencia de las ideas o el grado de cumplimiento de los objetivos. Tiene dos partes: Edición y lectura del texto (para identificar los errores, redundancias...); y reedición del texto y nuevas revisiones (para corregir los errores detectados y conseguir el ajuste con los objetivos).


Signos de puntuación



Un poco de humor infantil, para repasar los signos de puntuación, con El Mono Sílabo.



Los signos de puntuación son herramientas que permiten al lector determinar la estructura y sentido de los textos, ya que indican las pausas y el modo de la entonación del habla.
Los signos de puntuación poseen una gran función porque su correcto uso permite comprender de forma coherente y sin ambigüedades el contenido de un texto.
Por medio de los signos de puntuación se estructuran los textos, ordenando y jerarquizando las ideas en principales y secundarias, lo que permite al lector una mejor interpretación, análisis y comprensión del contenido.
Actualmente, en las redes sociales y chats se puede observar una nueva forma de escritura, que en virtud de los pocos caracteres de los que se puede hacer uso para expresar una idea o por la rapidez del individuo, se hace un mal uso de los signos de puntuación, de la abreviación de palabras, y sustitución de letras. Por ejemplo, “Hola, pork no llamaste hoy?”.

Tipo de signos de puntuación
Los signos de puntuación poseen unas normas generales establecidas para hacer el correcto uso de los mismos. Sin embargo, es posible, que cada individuo haga un uso particular de los signos pero, considerando siempre las normas generales implantadas.

El punto
El punto (.) indica la pausa que se produce al final de un enunciado. Después de punto siempre se escribirá con mayúscula, salvo en el caso de que aparezca en una abreviatura. Existen tres clases de punto:
El punto y seguido: se emplea para separar los distintos enunciados que forman un párrafo. Después de un punto y seguido se continúa a escribir en la misma línea.
El punto y aparte: separa párrafos distintos. Tras el punto y aparte, la escritura debe de continuar en la línea siguiente, en mayúscula y sangrada.
El punto y final: es el punto que cierra un texto.

La coma
La coma (,) marca una pausa breve dentro de un enunciado.
Se emplea para separar componentes de la oración o sintagma, salvo que este precedido por alguna conjugación como y, e, o, u, ni. Por ejemplo, “Andrea llegó de la escuela, hizo los deberes, tomó baño y se durmió”.
Se usa para encerrar incisos o aclaraciones y para señalar omisiones. Por ejemplo, “Si vienes, te esperamos; si no, nos vamos”.
Separa la parte entera de un número de la parte decimal. Por ejemplo, 3,5km.
Las locuciones conjuntivas o adverbiales van precedidas y seguidas de coma. Por ejemplo, en efecto, es decir, en fin.

Los dos puntos
Los dos puntos (:) representan una pausa mayor que la coma pero, menor que la del punto. Se usa en los siguientes casos:
Antes de una cita textual y como un llamado de atención. Por ejemplo, “Dice el refrán: más vale tarde que nunca”.
Antes de una enumeración. Por ejemplo, “Las cuatro estaciones del año son: primavera, verano, otoño e invierno”.
Tras las fórmulas de cortesía que encabezan las cartas y documentos.
Entre oraciones relacionadas sin nexo cuando se expresa causa – efecto o una conclusión. Por ejemplo, “Perdió el trabajo, la casa, el carro: todo por el juego”.

El punto y coma
El punto y coma (;) representa una pausa mayor que la coma pero, menor que la del punto y seguido. Se emplea en los siguientes casos:
Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas. Por ejemplo, “Su pelo es castaño; los ojos, verdes; la nariz, respingona”.
Antes las conjugaciones (pero, aunque y mas), cuando se introduce una frase larga.

Los puntos suspensivos
Los puntos suspensivos (…) están formados por tres puntos en línea y sin espacio entre ellos. Se emplea en los siguientes casos:
Al final de las enumeraciones abiertas, con el mismo valor que el etcétera. Por ejemplo, “1, 2, 3, …”.
Cuando se deja una expresión incompleta o en suspenso. Por ejemplo, “A pocas palabras…”.
Para expresar dudas, temor o vacilación.
Cuando se reproduce de forma incompleta una cita textual, texto o refrán.

Signos de interrogación y de admiración
El uso de los signos de interrogación (¿?) marca el principio y el fin de una pregunta formulada de manera directa. Por ejemplo, “¿Qué quieres?”.
Cabe aclarar que en algunos idiomas solo se utiliza un signo de interrogación al final de la frase interrogativa.
Por su parte, los signos de admiración o exclamación (¡!) son usados en los enunciados que expresan un sentimiento o emoción intensa. Por ejemplo, “¡qué fracaso!”, “¡fuera de aquí!”. También, en las interjecciones, “¡ay!”, “¡oh!”

Signos de puntuación y auxiliares
De igual manera que los signos de puntuación, los signos auxiliares ayudan a las pausas que el individuo realiza en las entonaciones al leer un texto, lo cual genera coherencia y permite al lector obtener una mejor comprensión.
Algunos de los signos auxiliares son corchetes ([]), paréntesis (), guion (-), comillas (“”), asteriscos (*), diéresis (¨), apóstrofe (ʼ).

"Signos de puntuación". En: Significados.com. Disponible en: https://www.significados.com/signos-de-puntuacion/ Consultado: 2 de agosto de 2018, 02:52 pm.

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